Realmente me pareció una película fantástica. Dejando de lado el hecho de que no pude dejar de relacionar el personaje de Hopkins con su mejor interpretación (Hannibal Lecter) -similitudes y diferencias que no voy a caer en la trampa de ennumerar-, ambos actores se destacaron en sus papeles.
El guión es fantástico -no quiero hacerlo, pero no puedo evitar definirlo como una mezcla suavizada de El silencio de los corderos y Asesinato Perfecto-, me fascinó como todo estaba calculado y no había detalle por dónde cuestionarlo. Genial desde el comienzo hasta el último instante; capaz de arrancar una sonrisa por la ironía de la historia y sobre todo por su descenlace.
La verdad hacía tiempo que no veía una película que me resultara tan interesante, y me invitara a verla más de una vez.
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